Descubriendo el parque nacional Taman Negara
El Parque Nacional Taman Negara tiene una superficie total de 4.343 kilómetros cuadrados y la reputación de ser la selva tropical más antigua del mundo. Este parque es el hogar de mamíferos raros, como el Tigre Malayo, Macaco Cangrejero, Rinoceronte de Sumatra y el Elefante Asiático. Dado a sus múltiples lugares de interés geológico y biológico, el parque se ha convertido en un famoso destino ecológico en Malasia.
Llegamos a Kuala Tahan, uno de los tres puntos de entrada al parque, después de conducir 2 horas a través de verdes montañas y navegar 3 horas en las tranquilas aguas del río Tembeling. En ese momento emprendimos una aventura de 3 días en la naturaleza, lejos de cualquier fuente de acceso al internet.
En camino hacia Taman Negara
En nuestra primera noche, caminamos por la selva y vimos numerosos insectos, que eran “gigantes” en comparación con cualquier otro que hubiésemos visto antes. Bajo la luna llena, el sonido de la selva tropical que nunca duerme es una experiencia relajante que grabamos eternamente en nuestra memoria.
Sonidos de la selva en la noche
A la mañana siguiente, fuimos caminando hasta el puente colgante más largo del mundo y disfrutamos el paisaje del bosque desde la copa de los árboles. Este paseo es una mezcla fascinante de adrenalina e ingeniería que nos permitió sentirnos tan libres como los pájaros desafiando la gravedad. Luego subimos hasta la cima de la loma Teresek y respiramos profundamente mientras contemplábamos la vista panorámica de la montaña Tahan.
En la misma tarde, nos embarcamos en una travesía a través de las corrientes rápidas del río Tembeling y nos sentimos revitalizados por las salpicaduras de su agua refrescante. También visitamos la tribu Batek en el pueblo Orang Asli.
Los Batek son indígenas (en la actualidad suman alrededor de 1.516) que viven en la selva tropical de la península de Malasia. Son cazadores y recolectores nómadas, así que la ubicación exacta de sus asentamientos cambia cuando muere un miembro de la tribu o la mayoría de los recursos vegetales silvestres utilizables se han agotado dentro de los límites generales de la zona que habitan.
La frase común usada para referirse a ellos, “Orang Asli “, es un término generalmente usado para describir un grupo diverso del cual la tribu Batek es una parte. Significa “pueblos originarios” en malayo y fue probablemente utilizado por primera vez para su identificación por parte de colonos que llegaron en barco desde las islas del sudeste asiático.
Durante nuestra visita nos sentimos inicialmente incómodos, pues no estábamos seguros de si nuestra presencia era una molestia o falta de respeto para la tribu. Sin embargo, cuando les preguntamos si se sentían cómodos con nosotros allí, ellos expresaron sentirse orgullosos de compartir su cultura con los demás y nos aseguraron que éramos bienvenidos.
Miembros varones de la tribu Batek compartieron diferentes aspectos de sus tradiciones animistas y estilo de vida. Fue muy interesante aprender que cuando alguien muere, el cuerpo es envuelto en corteza de árbol y dejado dentro de un refugio. El refugio está especialmente diseñado para ser colocado en la cima de un árbol en el medio del bosque, para que el espíritu de la persona pueda ser libre. También nos enseñaron la forma en que elaboran y usan su arma de caza tradicional, un tubo para soplar dardos. Y nos contaron que los niños de la tribu empiezan a cazar desde los 9 años de edad.
Haciendo dardos
Los Batek normalmente viven cabañas de bambú y un grupo de 10 familias forman usualmente un campamento. Cada campamento tiene en general el control de la tierra inmediatamente alrededor de él, pero como esta tribu no cree en el concepto de propiedad privada, el campamento considera que es el guardián de la tierra.
Es una obligación moral para los Batek compartir la comida que han adquirido. Normalmente, la persona que cosecha comparte primero la comida a su familia inmediata, luego con su familia extensa y finalmente con el resto del campamento. Los Batek no consideran que esta puesta en común de recursos es un acto de bondad, pues ya que todos los alimentos pertenecen a la selva, la persona que está en posesión de los ellos tiene la obligación moral de compartirlos. Su dieta se basa principalmente en el consumo de tapioca, micos, y pescado.
Haciendo fuego
Toda nuestra experiencia en el Parque Nacional Taman Negara fue memorable. Continuamos sintiéndonos fascinados con la riqueza de la subjetividad humana y la diversidad del mundo. Viajar es una fuente agradable de aprendizaje y estamos ansiosos de llegar a nuestro próximo destino 🙂