Lo mejor de Suecia

Visitar a un país como Suecia, nos hizo conscientes de las diferencias culturales que existen entre Latinos como nosotros y los ciudadanos de los países Escandinavos. Nos sentimos intrigados con la ausencia de contacto visual y reconocimiento de los otros, entre los transeúntes que caminan por la ciudad. Nuestros atentos de sonreír o hacer contacto visual con otras personas se vieron constantemente frustrados por la distancia y los limites interpersonales de los suecos. Una vez más confirmamos que hay muchas formas de actuar en relación con los demás en el mundo, que lo que nosotros esperamos no es siempre la norma, porque la humanidad se enriquece con muchas culturas y códigos tácitos de interacción. Viajar nos permite ser más conscientes de lo que somos y lo que es importante para nosotros, a medida que continuamos descubriendo lo mucho que necesitamos y disfrutamos la cercanía emocional de la comunicación. Nuestra parte preferida de este viaje no es necesariamente visitar lugares turísticos, museos o monumentos, pero sin duda el ponernos en contacto con la gente, porque sólo ellos nos pueden narrar las historias ocultas tras las paredes.