Siendo salvajes en el Parque Nacional Kruger
Visitamos el Parque Nacional Kruger durante 6 días a partir del 4 de octubre de 2013. Esta reserva natural es una oportunidad para que los visitantes entran en el mundo salvaje y disfruten de la libertad de la naturaleza. Para viajeros independientes, como nosotros, Kruger es un escenario único donde usted puede hacer su camino mientras conduce su propio vehículo y explora sin necesidad de un guía o de un tour. El entorno del parque permite a los visitantes que lo disfruten a su propio ritmo, siguiendo sus intereses, tomando las carreteras que quieran y haciendo tantas paradas como deseen. Esta es sin duda la manera como nos encanta viajar. Nos gusta la sensación de estar en un territorio desconocido y la emoción de descubrirlo siguiendo un mapa.
Alquilamos un carro para este viaje y compramos algunos comestibles en el supermercado antes de ir al parque. Reservamos todos nuestros alojamientos de campamento y permisos de entrada al parque nacional por internet a través de su página web, el cual es muy fácil de usar. Nos quedamos las dos primeras noches en el campamento de Lower Sabie, las dos siguientes en Satara y la última noche en Skukuza. La ubicación de estos campamentos nos permitió explorar las áreas sur y centro de la reserva natural. Todos los campamentos tienen cercos eléctricos que se cierran entre las 6:30 pm y las 4:30 am para garantizar la seguridad de los visitantes. Las instalaciones también cuentan con cabañas, restaurantes y tiendas con muchísimos suministros para hacer su estancia confortable. Fuimos en carro por el parque la mayor parte del día, nos despertábamos a las 4:30 am para tomar ventaja de la mañana, cuando la vida silvestre es más activa.
Durante nuestro primer día en el parque fuimos premiados con elefantes, búfalos, rinocerontes, hipopótamos, jirafas, leonas y muchos otros animales, todos a pocos pasos de distancia de nuestro carro. ¡La felicidad de ser espectador de estas criaturas salvajes y libres en su medio natural es indescriptible! No podíamos creer lo fácil que fue a encontrarnos con ellos. Tomamos 399 fotografías y 50 vídeos, e hicimos nuestro mejor para hacer una buena selección de ellos para su disfrute:
Nos sentimos como niños viendo hipopótamos en los pozos de agua, abriendo sus bocas hasta 180 grados y jugando unos con otros:
La armonía de la naturaleza (por lo menos hasta que el cocodrilo tenga hambre), una cigüeña pescando, mientras un cocodrilo pasa:
El calor del mediodía era refrescante y entretenido por un grupo de elefantes que cruzó por delante de nosotros y procedió a tomar un baño de barro:
Las hermosas jirafas que nos miran con curiosidad mientras devoran las copas de los árboles:
Jirafas dándose un golpecito de amor con la cabeza mientras dan vueltas:
Un rinoceronte adulto y uno joven chocando sus cuernos mientras siguen tratando de sobrevivir al riesgo de ser exterminan por cazadores:
Un par de cebras jóvenes jugando como si nadie estuviera viendo:
Ver a un león sediento bebiendo agua de un pozo:
Un par de leones que pasaron trotando junto a nuestro carro y ni siquiera nos dieron tiempo suficiente para sentir miedo, ¡nos sentimos muy afortunados!:
¡Incluso los animales más pequeños atrajeron nuestra atención, como este escarabajo balanceándose sobre una bola de estiércol!:
Los pájaros distintos alrededor del camino:
Las interacciones cuidadosas de las hienas con sus cachorros, que borraron por completo la imagen negativa que de ellas personifica la película “El Rey León”:
El perfil camuflado del leopardo que finalmente vimos en nuestra última noche:
¡Asegúrese de ver nuestra galería para disfrutar de más imágenes espectaculares!
Toda la experiencia fue un sueño hecho realidad. Admiramos los cambios en el ecosistema a lo largo del parque y la sabiduría de la naturaleza. El ver tanta vida en libertad como siempre hay de estar fue la mejor manera de celebrar el cumpleaños de Sal en África. Experiencias como esta confirman nuestra incomodidad con los zoológicos, mantener animales como prisioneros en vida para la satisfacción humana es una práctica egoísta. En su lugar, entrar en su hábitat natural para verlos vivir su vida es un compromiso justo.
Mientras estábamos en el Parque Nacional Kruger, recibimos la triste noticia del fallecimiento de Madiba – Nelson Mandela – el 5 de octubre de 2013. Fuimos tocados por la muerte de este combatiente y privilegiados de estar en su país disfrutando de la libertad y la belleza de la tierra por la que él se sacrificó.
