¿Cuba libre?
Durante nuestro tiempo en Cuba, tuvimos conversaciones a diario sobre la vida cotidiana de los cubanos, su sistema político, su historia y el bienestar de las personas. Nos encontramos debatiendo muchas veces entre nosotros sobre los pros y los contras de la vida cubana y en general, nos sentimos muy confundidos al respecto. Lo que vimos, oímos de los locales, leímos en los museos y nuestras experiencias en Cuba motivaron las siguientes reflexiones. Mientras lee por favor, tenga en cuenta que con un mes en Cuba como turistas nunca se puede igualar con el día a día y la experiencia de vida año tras año de la población cubana. Nuestros pensamientos no están destinados a ser una verdad absoluta, no son más que los puntos de vista de dos extranjeros que siempre han vivido en sociedades capitalistas y democráticas tratando de ponerse en los zapatos de otras personas.
Antes de nuestra llegada a Cuba que estábamos llenos de emoción. Y muchos detalles de nuestra experiencia cubana alimentaron un sentimiento de alegría diariamente: la sonrisa y cálida “bienvenida a Cuba” del oficial de inmigración, la falta de tráfico y las calles siempre llenas de peatones encontrando su camino, los edificios desmantelados suplicando a gritos que se ponga fin a los más de 50 años de embargo comercial de Estados Unidos a la isla, la fraternidad de los locales al enterarse que somos Latino Americanos, el uso mínimo de productos de plástico y producción de basura no degradables por los locales, y los emblemáticos y coloridos carros clásicos que al pasar hacían cada tentación de tomar una foto una imagen perfecta. Estábamos en un país donde la apariencia vieja o dañada de elementos materiales no importa y donde la educación y la salud son completamente libres y accesibles a todos los cubanos, que a nuestro juicio, es mucho más importante que tener la capacidad de poder comprar endeudándose un carro nuevo o ropa. Políticas sociales importantes, como la igualdad salarial para hombres y mujeres, maternidad o paternidad remunerada durante el primer año de vida de su hijo, y cuidado de niños gratis para los niños de madres trabajadoras son disponibles. Los alimentos para cada cubano están garantizados a un costo mensual muy bajo y la distribución de alimentos que el gobierno hace tiene en cuenta las dietas especiales por necesidad médica o etapas de desarrollo para los niños. No conocimos a ningún cubano sin un lugar para vivir, la mayoría de las familias son dueñas de sus casas y el gobierno tiene proyectos de construcción que dan a los cubanos acceso a casas nuevas a un costo mensual bajo. El racismo y la discriminación no sólo son ilegales, sino que vimos a todos los cubanos integrados, interactuando con respeto y fraternidad independientemente de su color de piel. Nadie parecía ser más rico o más privilegiado que otros; sólo unas pocas personas vinieron a pedir dinero en un claro intento de tratar de tomar ventaja de los turistas. Nunca vimos niños mendigando en las calles o personas sin hogar, por el contrario, los vimos siempre jugando libremente. Los incidentes de violencia y crimen en Cuba se encuentran entre los más bajos de América Latina y el país se sentía muy seguro. Caminamos día y noche sin hacer frente a ningún riesgo o temor a la violencia. Las armas son ilegales para la población civil en general y de uso privativo de la policía y fuerzas militares. Las drogas también son ilegales y su uso es poco común. Los cubanos son ecológicos por la necesidad. En el 2006, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) llamo a Cuba como el único país en el mundo con un desarrollo sostenible basado en el índice de bienestar humano (la esperanza de vida, la alfabetización y el PIB) y la huella ecológica (la cantidad de tierra necesaria para satisfacer las necesidades de alimentos y energía de una persona). El costo de vida en Cuba es muy bajo, por ejemplo, un paseo en bus público en La Habana cuesta menos de 2 centavos de dólar por persona y se puede comprar un almuerzo de buen tamaño por 30 pesos cubanos, a veces incluso menos, que es sólo un poco más de $1 dólar, lo cual es posible si buscas las pequeñas cafeterías o restaurantes del gobierno donde los locales comen. Aún más increíble, una caja con seis condones sólo cuesta 1 peso cubano, que es solo 4 centavos de dólares. Aunque los salarios del gobierno son muy bajos, con un promedio nacional de $20 dólares al mes, $8 dólares para un mesero, $40 dólares para un médico o un ingeniero se están garantizando las necesidades básicas, aunque es comprensible que los cubanos desean tener más dinero en sus bolsillos. Por otra parte, en los últimos años, las oportunidades para crear empresas privadas o trabajar independientemente se hicieron reales y muchos cubanos ahora están trabajando de esta manera. Pese a las dificultades financieras de Cuba, esta nación ha sido admirada por hacer cosas fantásticas a nivel internacional y ayudar a otras naciones: Cuba envía médicos a los países necesitados en todo el mundo, incluido los Estado Unidos luego del devastador huracán Katrina; Los cubanos se han distinguido en los Juegos Olímpicos y sus atletas han obtenido muchas medallas; Cuba da educación universitaria gratuita a muchos estudiantes internacionales; Cuba ha ayudado a muchos países a luchar por su liberación; y en los últimos años Cuba, con la ayuda de Noruega, ha sido anfitrión y amparante de las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC para ayudar a terminar una guerra de más de 50 años.
Entonces, ¿qué hace que un país sea libre? ¿Democrático o dictatorial? ¿Pobre o rico? ¿La igualdad y el bienestar de todos sus ciudadanos o la enorme brecha entre los que tienen y no tienen? ¿El sentido de libertad de votar por sus líderes que, independientemente de ser elegidos por la mayoría de las personas suelen tomar decisiones en beneficio de unos pocos banqueros o la confianza en los líderes que continúan poniendo el bienestar de la mayoría como una prioridad? Este es un dilema complicado de resolver y que nunca hemos vivido en una sociedad comunista o socialista para dar una respuesta justa. Aunque realmente no podemos juzgar si el sistema capitalista o comunista es mejor, creemos que lo más probable es que ninguno de estos dos puede satisfacer por completo las necesidades y los deseos de todas las personas. Hemos sido testigos de pobreza extrema y la ausencia de vivienda en sociedades capitalistas, y también hemos visto la falta de libertad y la fuerte censura del gobierno en las sociedades comunistas. Deseamos que todos pudieran disfrutar no solo de la libertad y beneficios del voto, sino también de la seguridad que genera el tener garantizados los productos de primera necesidad para vivir, tales como lo son la vivienda, alimentación, salud y educación. ¡Tal vez el sistema que estamos deseando es el socialismo democrático!
Llegamos a Cuba unos días después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había visitado la isla, un evento histórico teniendo en cuenta las décadas de relaciones rotas entre ambos países. Esta visita fue un gesto importante en el proceso de restablecimiento de las relaciones políticas y muchos cubanos expresaron esperanza en que este evento pueda traer mejoría a su economía. Durante su visita, Obama expresó su interés en ayudar al pueblo cubano, para quienes desea las libertades de la democracia. Un periodista estadounidense le preguntó directamente acerca de los “presos políticos cubanos” al líder cubano, Raúl Castro, quien negó que existan. El gobierno cubano ha sido explícito acerca de sus condiciones de trabajar en su relación diplomática con los Estados Unidos, solicitando el fin del embargo y remover la Base Militar Estadounidense de Guantánamo de su territorio. El excomandante en Jefe, Fidel Castro, se comunicó con el pueblo de Cuba después de la visita de Obama asegurando que Cuba no necesita nada de los Estados Unidos.
Mientras estábamos en el país, vimos un sin número de banderas cubanas y estadounidenses unidas, pero cuando preguntamos por el tema recibimos diferentes respuestas. Algunos cubanos expresaron sentirse inseguros sobre la democracia, pues no saben si este sistema podría ser positivo para su país. Ellos confían en su partido comunista, desconfían de las intenciones del gobierno de los Estados Unidos, y no quieren correr el riesgo de perder las conquistas sociales alcanzadas gracias a la revolución. Otros cubanos dijeron que se sienten confundidos sobre la posibilidad de “llegar a ser amigos con los Yankees”, después de todo lo que ha pasado y sus enormes diferencias ideológicas. Algunos también dijeron que sienten miedo pues no saben si la sociedad cubana está preparada para resistir el impacto del capitalismo y al mismo tiempo reconocieron abiertamente su descontento respecto a sus bajos salarios y su deseo de votar por primera vez por un presidente cubano.
Otros cubanos que han podido viajar al extranjero y ver las realidades de otros países dicen que son conscientes de los múltiples problemas que tiene Cuba, pero el valor de la paz y la seguridad de su país ofrece más que cualquier otra cosa. Otros cubanos expresaron sentirse completamente frustrado con su sistema político, la falta de libertad de expresión, la corrupción entre los funcionarios públicos, los bajos salarios, las limitaciones económicas para comprar las cosas y viajar, su simpatía hacia el capitalismo y hambre por tener un sistema democrático que les permita votar. Esos cubanos cansados de la corrupción explicaron que los empleados del gobierno se aprovechan de sus puestos de trabajo para robar productos como la gasolina o el aceite de cocina y venderlos a un precio más bajo en el mercado negro. Las personas hicieron hincapié en que esta corrupción ha sido motivada por los bajos salarios que ganan. También explicaron que, aunque la atención médica es gratuita, los servicios no funcionan bien y los hospitales están a menudo sucios, sin suministros y medicamentos. Además, algunos cubanos se quejaron de que los servicios sociales como cuidado gratuito para niños tiene una larga lista de espera y muchas madres terminan pagándole a alguien para que cuide de sus hijos para ellas poder volver a trabajar.
La historia de Cuba se caracteriza por las ideas y el liderazgo de muchos hombres y mujeres que lucharon por la libertad y la igualdad. Cuba fue uno de los primeros territorios donde Cristóbal Colón desembarcó en las Américas en 1492 y el último en ser liberado de España. Desde muy temprana edad, José Julián Martí Pérez (1853 – 1895) fue un ejemplo revolucionario de lo que era necesario cambiar en la isla. Fue un escritor y un luchador durante los momentos en que Cuba estaba todavía bajo el dominio de la colonia española y la esclavitud seguía en práctica. Luego de estar en la cárcel por actuar contra la colonia española, Martí salió de Cuba y se distinguió como diplomático. Mientras vivió en exilio, Martí unió fuerzas para luchar contra el régimen español y regresó en barco por el lado este de la isla para comenzar el movimiento de liberación. Martí murió en el intento y se convirtió en héroe y símbolo de la independencia nacional de Cuba. No se llegó a esta independencia sino hasta 1898 y fue rápidamente seguida por un período neocolonial, marcado por la intrusión del gobierno de los Estados Unidos y su control económico. Después de Martí, muchos otros líderes siguieron luchando y también murieron en su deseo por alcanzar una Cuba Libre, donde el beneficio de un gobierno extranjero o unas pocas familias cubanas adineradas no fuera la prioridad, donde los niños no mueren a causa de la desnutrición, donde los agricultores no fueran solo mano de obra barata para los ricos terratenientes, y todos los ciudadanos pudieran leer y escribir. Fidel Castro con muchos otros revolucionarios de su generación inició un movimiento de guerrillas contra el régimen dictatorial de Fulgencio Bastista atacando la fortaleza del Moncada en Santiago de Cuba el 26 de Julio de 1953. Fidel fue detenido y condenado a muchos años de prisión, pero salió libre durante el comienzo de su pena, tuvo la oportunidad de salir de Cuba y evitar ser asesinado como muchos otros líderes. Y al igual que Martí hizo en su momento, Fidel unió fuerzas durante su exilio en México y regresó en barco por el lado este de la isla el 2 de diciembre de 1956 para continuar con la liberación. Fidel Castro con la ayuda de otros, incluyendo el legendario Ernesto Che Guevara, comenzó a luchar desde las montañas de la Sierra Maestra, un lugar espectacular que tuvimos la suerte de visitar. Después de la victoria de la revolución cubana el 1ro de enero de 1959, la dictadura de Batista terminó cuando el escapo hacia República Dominicana. Siguieron años de conflicto interno y guerra entre los revolucionarios y los llamados “Bandidos” o “anti-revolucionarios”, y los cubanos acusan al gobierno de los Estados Unidos de haberlos apoyado, dichos conflictos no terminaron sino hasta 1966. Fidel Castro, quien es agradecido, admirado y respetado por muchos en Cuba y en todo el mundo, y también es odiado y criticado por muchos otros, está a punto de cumplir 90 años, el 13 de agosto de 2016. Fidel no sólo es el principal líder de la Revolución Cubana, sino como un cultivador de tabaco en Viñales nos dijo: “Fidel Castro es el hombre más grande, gracias a él la hambruna y las penurias que nuestro pueblo sufrió durante la dictadura de Batista terminaron, él nos devolvió la tierra, la tierra es ahora de quien la trabaja.”
Los cambios sociales fueron significativos en el inicio de la revolución, el desempleo se redujo de 657.000 a 214.000 entre el período de 1958 a 1962. Diferentes políticas, como la nacionalización de varias industrias, la confiscación de propiedades y asignación de viviendas a los inquilinos anteriores, y la reforma agraria para redistribuir las grandes extensiones de tierra marcaron la diferencia en la vida de los cubanos. El analfabetismo fue casi abolido en un período de un año, 707,212 personas aprendieron a leer y escribir. Sin embargo, preocupaciones con respecto a violaciones de derechos civiles se han planteado a través de los años ya que el gobierno comunista cubano se niega a respetar el derecho de las personas a reunirse, asociarse y expresar sus críticas con respecto a su política. El sistema político que gobierna el país se compara con una “dictadura” porque los cubanos no llegan a votar por su presidente.
Hemos aprendido que los ciudadanos cubanos se reúnen y eligen a los delegados en sus Comités de Defensa de la Revolución (CDR), que están formados por los vecinos que viven en la misma cuadra y se encuentran en un nivel muy bajo de la jerarquía. Los CDR fueron creados por Fidel Castro el 28 de septiembre de 1960 para evitar más movimientos antirrevolucionarios y ataques violentos al tener vigilancia entre los mismos vecinos en los barrios y toda la comunidad cubana trabajando juntos. Los jóvenes cubanos también pueden participar en grupos comunistas. La participación puede llegar a ser aún más grande y convertirse en un miembro del Partido Comunista de Cuba. Además de los espacios de participación ya mencionados, a los cubanos sólo les queda mirar las discusiones del congreso por la televisión, que se realizan cada 5 años. Pudimos ver los discursos de Raúl y Fidel Castro en la televisión durante la 7ª reunión del Congreso, ya que coincidió con nuestro tiempo en Cuba y nos quedamos impresionados con la organización y el nivel de autocrítica con respecto a sus objetivos políticos. Aunque el derecho a la protesta es censurado y castigado, los cubanos nos dijeron que, técnicamente, pueden expresar sus preocupaciones en sus reuniones mensuales del CDR pero ellos saben que no pueden decir todo lo que sienten. La contradicción de prohibirle a la gente su derecho a protestar y expresar ideas así sean diferentes, es que les niega a los cubanos el mismo derecho que les permitió cambiar tantas injusticias del pasado. ¿Por qué los líderes revolucionarios prohíben o castigan a su pueblo por cuestionarlos o estar en desacuerdo? ¿Por qué un gobierno que educa a su pueblo no le permitiría que hablaran? En toda Cuba, notamos un gran esfuerzo para construir el patriotismo y el recuerdo de su historia. En Camagüey, oímos niños con solo 5 y 6 años ya hablando de sus símbolos patrios y héroes nacionales. En Santiago de Cuba, vimos grandes monumentos y museos bien cuidados mientras que las casas de las personas se caen a pedazos. Y aunque tener un sentido de pertenencia y conocimiento de su historia es muy importantes, nos preguntamos hasta qué punto poner tanto énfasis en esto se convierten en una forma de propaganda y adoctrinamiento.
A pesar de los esfuerzos, las políticas y los intentos sucios del gobierno estadounidense para sabotear y debilitar el movimiento comunista cubano y retomar el control de la isla, los cubanos persistieron. Mientras estábamos en Cuba, se celebró con orgullo el 55 aniversario de su victoria contra la invasión de Estados Unidos en Playa Girón el 19 de abril de 1961, más conocida como la invasión de Playa Girón. Durante los primeros años de socialismo cubano, el país recibió importante apoyo financiero de la Unión Soviética hasta los años 90 cuando esta se derrumbó. A partir de entonces, Cuba enfrento años de crisis y retos económicos conocidos como el Período Especial, que duró hasta 1998. Muchos cubanos desesperados trataron de huir y llegar a la Florida por el mar en un intento de conseguir la amnistía de Estados Unidos y la protección legal, pero muchos murieron en el intento. En Bayamo, nos sentimos desconsolados mientras escuchábamos los recuerdos de una familia durante esos años difíciles: no había electricidad para cocinar o luz en la noche, sin agua ni jabón para bañarse o lavar la ropa, no había mucha comida para comer, no había ropa nueva o zapatos que ponerse, no había combustible o vehículos en que transportarse, y no había tampoco salarios. Hacer fogatas comunitarias para cocinar y compartir la poca comida que tenían con sus vecinos, trabajar sin saber si ganarían dinero o tendrían algo de comer para el almuerzo, usar sandalias hechas con restos de caucho de llantas usadas, estudiar bajo la luz de una vela, y lavar ropa con ceniza se convirtieron en las soluciones durante ese período.
La capacidad de recuperación, el ingenio del pueblo cubano y su capacidad de permanecer unidos para superar esos difíciles años es algo que admiramos. ¿Se imagina lo lejos que los cubanos podrían llegar si contaran con los recursos adecuados? Sino tuvieran la carga financiera de un brutal embargo de Estados Unidos contra una isla socialista que está flotando sola en un océano de capitalismo. En los últimos años, Cuba ha visto cambios en sus estrategias económicas y la mayoría de los cubanos le han dado la bienvenida con esperanza. La creación de empresas privadas como los servicios de casas particulares para turistas, restaurantes y tiendas están aumentando. Quienes tienen servicio de hospedaje en casa, por ejemplo, deben pagar al gobierno una contribución mensual fija más un 10% de sus ingresos, pero se les permite sacar provechos individuales. Muchas familias se han embarcado en este nuevo negocio, pidiendo dinero prestado para construir o remodelar sus propiedades, lo cual es un enorme esfuerzo dado sus bajos ingresos, pero ha valido la pena.
Muchos cubanos están trabajando ahora de manera independiente o para las empresas privadas, pero, aunque estos trabajos pagan mejor por lo general requieren largas jornadas: 11, 12 o incluso 14 horas seguidas, lo cual no pudimos comprender por qué es permitido. Los cubanos ahora también son libres de vender sus casas y vehículos, los letreros de “venta” están por todas partes. Hemos escuchado muchas historias de cubanos que vendieron sus casas y salieron del país, muchos de ellos ahora están atrapados en América Central, todavía tratando de alcanzar su “sueño americano”.
Con el aumento del turismo y las nuevas políticas económicas, las diferencias evidentes en los precios y la calidad de los servicios ya empiezan a verse en la isla. La coexistencia del socialismo y el capitalismo es compleja y a veces contradictoria. Dos monedas se están utilizando en Cuba: peso cubano – CUP y Cubanos Convertibles – CUC, 1 CUC equivale a 25 CUP y $1 dólar. Los turistas pueden comprar cosas y visitar lugares en Cuba que son económicamente inaccesibles para la mayoría de los cubanos, y muchos locales verbalizan sentirse frustrados y tristes por ello.
Nos preguntamos por cuanto tiempo más el socialismo será capaz de permanecer en el control sin perder su espíritu. Nos preocupa que Cuba pueda llegar a ser como China, sólo un país comunista de nombre. Oímos a la gente hablando de las cosas que quieren, pero no pueden tener: todo lo que los turistas llegan a hacer, ver e incluso comer en su propia tierra, pero que ellos no pueden disfrutar. El famoso lema “Patria o Muerte” que unió a los cubanos durante los peores tiempos suena vacía y sin sentido cuando son los extranjeros quienes llegan a disfrutar la nación por a que ellos se sacrificaron tanto. También existe ya una brecha de ingresos significativa entre los cubanos que trabajan en turismo y el resto. ¿Trabajar en turismo es mucho más rentable que ser un profesional, seguirán las nuevas generaciones todavía interesadas en ir a la universidad? De la enorme brecha social que ya se ve en Cuba, nos disgustó realmente el que exista un acceso diferente al transporte entre locales y turistas: mientras que los extranjeros podemos viajar cómodamente sentado en autobuses de A / C, que son costosos y la mayoría de los cubanos no pueden pagar, a la mayoría de los locales no les queda otra opción que tomar “Camiones”, vehículos de metal que eran utilizados para el transporte de vacas y ahora han sido ligeramente alterada para las personas, los cuales van siempre llenos, con espacio solo para ir de pie y sin mucha ventilación; se ven como sardinas enlatadas. ¿Por qué el gobierno socialista de Cuba permite esta injusticia con su propia gente? ¿Está el capitalismo ya gobernando la isla? Mientras estábamos en La Habana, fuimos testigos del gran esfuerzo de restauración y construcción en las zonas turísticas, quizás como una estrategia por mantener la ola constante del turismo, ya que este se ha convertido en una importante fuente de ingreso para Cuba. Aunque entendemos que el dinero debe ser gastado de esta manera, no pudimos evitar sentir tristeza al mismo tiempo pues los barrios donde viven los cubanos están cayéndose a pedazos. Ver el abandono de estos barrios se sentía como una traición a la finalidad de la revolución. Parece que una vez más el capitalismo ha triunfado sobre las necesidades de la población. El dinero se gasta para complacer a los ojos de los turistas en lugar de las necesidades directas de los cubanos, ya que es de vital importancia para garantizar el empleo y la entrada de más dinero al país. Algunos cubanos se quejaron del fuerte control que el gobierno cubano ejerce incluso sobre los salarios de los médicos cubanos, ingenieros o empleados de la construcción que trabajan para empresas internacionales o gobiernos extranjeros en Cuba o en el extranjero. El gobierno cubano no permite que estas empresas o gobiernos extranjeros le paguen directamente altos salarios en moneda extranjera a los trabajadores cubanos. El gobierno cubano obliga a las empresas extranjeras y los gobiernos a pagar al gobierno cubano por los trabajos de estos cubanos y luego les pagan a los trabajadores mucho menos. ¿Cuba va a convertirse en una fuente de mano de obra barata como China? Algo que también nos disgustó sobre la realidad de Cuba es lo común que son el turismo sexual y la prostitución. Oímos hablar de varios hombres mayores provenientes de Canadá, Alemania e Italia que llegan a tener relaciones románticas con mujeres cubanas mucho más jóvenes y estas mujeres establecen estas relaciones con los extranjeros para obtener apoyo financiero mientras mantiene una relación paralela con su pareja local. Un cubano comento que “las cubanas son las mujeres más baratas del mundo”, procedió a decirnos que se prostituyen por $10 o incluso $5 dólares y aunque la prostitución es ilegal en Cuba esta se sigue dando.
Más que nada lo que los cubanos desean son salarios más altos para poder viajar dentro de su país y en el extranjero, y poder votar para elegir su presidente. Cuando hablamos con ellos acerca de las realidades sociales de otras naciones, incluyendo América Latina y los Estados Unidos, los cubanos verbalizaron cuanto valoran las garantías sociales y la tranquilidad de su nación. La libertad es un concepto complejo. En un mundo gobernado por el capitalismo y los intereses de los Estados Unidos, el desarrollo económico y la libertad de Cuba ha sido frenada por décadas. Por otra parte, aunque las directrices socialistas son importantes, justas y necesarias, cada individuo tiende a tener su propio sentido de la libertad, que por desgracia, a menudo se une a sus propios sueños personales y no al bienestar de la comunidad a las que pertenece. Las tendencias individualistas y materialistas han sido muy alimentadas por la mayoría de las sociedades occidentales y muy a menudo queremos lo que no hemos tenido. Vimos esas tendencias reflejadas en las actitudes e intereses de los cubanos quienes ahora no logran valorar lo que si tienen y por el contrario se centran en las cosas materiales que quieren alcanzar. Luego de haber pasado un mes en Cuba, nos preocupa el futuro de su socialismo y la capacidad de las personas para mantenerse fieles a esos principios. Las tendencias que vimos y la creciente brecha social entre los propios cubanos, nos hizo pensar que el futuro del comunismo en Cuba podría ser tan falso como lo es el de China en la actualidad. También creemos que es necesario que el gobierno de Estados Unidos deje de interferir y sabotear la economía de Cuba, poniéndole fin al embargo y respetando su soberanía mediante la eliminación de la base militar estadounidense de Guantánamo. Realmente esperamos que los cubanos puedan seguir avanzando en sus objetivos de mantener el bienestar social y la igualdad de oportunidades, al mismo tiempo que se mantiene la apertura para que las personas puedan alcanzar sus sueños y potenciales. Deseamos una Cuba donde no sólo la nación es política y económicamente libre e independiente de otros países opresores, pero también donde sus individuos pueden tener la libertad de elegir, hablar, protesta y elegir a su presidente. Como escribió sabiamente José Martí: “La República no debe ser el predominio injusto de una clase de ciudadanos sobre los demás, sino el equilibrio abierto y sincero de todas las fuerzas reales del país, y del pensamiento y deseos libres de los ciudadanos todos.” ¡Cuba Libre! ¡Hasta la Victoria Siempre!