La Paz, nuestro último pedacito del mundo
Visitamos La Paz en Baja California Sur del 9 al 12 de noviembre de 2016, llegando allí en un barco nocturno desde Los Mochis, Sinaloa. La noche en el barco fue muy difícil, porque nos enteramos que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Estábamos preocupados, trastornados y tristes … Tener este resultado político justo cuando nos acercábamos al final de Nuestro Primer Viaje Mundial y después de haber visto tanta belleza en nuestro planeta fue simplemente devastador. La Paz nos dio tranquilidad cuando más lo necesitábamos.
La Paz y el Mar de Cortés fueron el último pedacito del mundo que disfrutamos antes de regresar. Durante nuestra estancia en La Paz, un sueño que teníamos durante todo el viaje se hizo realidad: ¡pudimos ver y nadar con tiburones ballena! Habíamos intentado buscarlos dos veces antes sin éxito, la primera vez en Filipinas y la segunda vez en Honduras. El tiburón ballena es el pez más grande del mundo. Pueden tener entre 7 y 12 metros (23 a 40 pies) de largo. Son inofensivos y como las ballenas, su dieta se basa en plancton. La parte superior de su cuerpo está cubierta con puntos blancos que son únicos a cada tiburón ballena, similar a las huellas dactilares humanas. Cuando tratamos de encontrarlos por tercera vez, no teníamos demasiada esperanza o expectativas porque sabíamos que buscar animales en la naturaleza es impredecible e incontrolable. A medida que la lancha se acercaba a la zona dentro de la Bahía de La Paz, donde los tiburones ballena se reúnen y comen durante esta época del año, ¡vimos delfines! Afortunadamente, fuimos la primera embarcación en llegar a la zona y cuando el capitán señaló en la dirección de los tiburones ballena nos sentimos tan emocionados. Los tiburones ballena nadaban suavemente sobre la superficie. La lancha se acercó y pudimos ver estos peces gigantes. Había alrededor de ocho de ellos con sus hermosas pecas y bocas anchas ligeramente abiertas. Saltamos al océano y empezamos a nadar junto a ellos. Nos sentimos increíblemente felices y cautelosos todos al mismo tiempo. Esta experiencia duró alrededor de 2 horas, pero se sintió como unos pocos minutos. Los habíamos estado buscando por todo el mundo y aquí estaban, esperándonos tan cerca a casa. Nadar a su lado levantó nuestros espíritus, la vida continúa.
El mismo día, nos unimos a una excursión hacia la Isla Espíritu Santo. Las formaciones rocosas de esta espectacular isla nos cautivaron. Nadamos alrededor de la isla junto a leones marinos. Un delicioso almuerzo con ceviche de pescado servido en una preciosa y aislada bahía de arena blanca fue nuestro descanso. Las coloridas formaciones rocosas de esta isla, la vegetación de cactus, las aves apareándose y las aguas turquesas fueron una exquisita combinación. En nuestro camino de regreso fuimos testigos de una puesta de sol espectacular con nubes púrpura en el horizonte. Entendimos entonces que el sol saldría mañana de nuevo. Que un final es mucho más que la terminación de un ciclo es también el comienzo prometedor de un nuevo capítulo.
Nuestro último día en La Paz fue una experiencia relajante y gastronómica. Disfrutamos de sus famosos tacos de pescado, camarones y calamar en el almuerzo, y “Jates:” los mejores perros calientes que hemos comido para cenar, llenitos de todo lo que te puedas imaginar. Entre esas comidas deliciosas, exploramos y nos relajamos con nuestros anfitriones de Couchsurfing, Osmar y Vivian, en playa Balandra hasta la puesta del sol. ¡Esta playa ha sido citada como una de los más bellas de México y nos encantó!
Baja California y el Mar de Cortés son un destino obligado para los amantes de la naturaleza. La Paz fue el último paraíso que tuvimos la suerte de explorar durante Nuestro Primer Viaje Mundial. No vemos la hora de regresar a Baja California. Nos sentimos muy afortunados de vivir tan cerca de este laboratorio único de la vida, que es también una de las penínsulas más largas del mundo.
