Atacama, el desierto más árido del mundo
Muchas personas pueden preguntarse por qué alguien querría ir a un desierto, pues si nos basamos en la idea básica que tenemos de los desiertos, no son más que lugares calientes, inertes y secos, donde las formas de vida son casi inexistentes. El desierto de Atacama es el desierto más árido del mundo y aunque no lo crean, está lleno de maravillas que han sido declaradas tesoros de la humanidad. Llegamos a San Pedro de Atacama el 5 de junio de 2015 y esta antigua ciudad se convirtió en nuestro punto de partida para explorar lugares increíbles en este desierto. ¡En comparación con todas las alternativas y cosas maravillosas por visitar en la zona, lo que vimos fue poco, pero realmente lo disfrutamos!
En San Pedro de Atacama, aprendimos más sobre las costumbres y tradiciones funerarias que caracterizan la vida de los primeros grupos indígenas en esta zona hasta la llegada de los colonizadores españoles que modificaron drásticamente su forma de vida mediante la imposición de la religión católica. Varios cuerpos momificados de los nativos fueron encontrados en esta zona, muchos de ellos robados y llevados a colecciones privadas y museos. Algunas de estas momias se exhibían hasta hace poco en el Museo de Gustavo Le Paige. Hoy en día, gracias a la lucha de las comunidades indígenas de Atacama por su derecho a preservar los valores de su cultura y antepasados, estas momias se han removido de forma permanente. Nunca pensamos lo irrespetuoso e intrusivo que puede ser el exhibir ornamentos funerarios y cuerpos momificados de un grupo cultural para sus miembros, imagine como se sentiría si mostraran públicamente el cadáver de un ser querido. Por desgracia, cada vez que visitamos un museo, estamos tan emocionados y curiosos por aprender que no pensamos en los derechos, sentimientos y el significado que esas exposiciones podrían tener para los miembros de un grupo cultural específico. Tenemos que reconocer que también nosotros somos culpables del “Voyeurismo occidental” por el que hemos manifestado estar en contra tantas veces. Esta fue una gran lección para nosotros, para comprender que podemos ser culturalmente insensibles, aunque creemos que no lo somos.
En San Pedro de Atacama, también visitamos y aprendimos sobre la construcción de una antigua iglesia católica hoy en proceso de restauración. La forma tradicional de la construcción en adobe, utilizando sólo materiales naturales disponibles en el desierto como el barro, cactus y piel de animales. Estábamos impresionados al ver las puertas que todavía funcionan y giran sin clavos o tornillos, sólo con la rotación de la madera en el suelo. El techo hecho con vigas de cactus y correas de piel de animal. La pintura hecha de tierra y cristales de cactus para aumentar su adherencia.
De todos los hermosos lugares para ver por los alrededores de San Pedro de Atacama, visitamos sólo algunos. Una tarde tomamos un tour al Valle de la Luna, Valle de la Muerte, Cuevas de Sal y terminamos al atardecer con un punto de vista espectacular en medio de las Montañas de Sal, Montañas Domeico y la Cordillera de los Andes. Admiramos las esculturas de tierra formadas por el viento y cubiertas con sal blanca como la nieve entre paisajes espectaculares.
Una mañana muy temprano también visitamos el Tatio Géiseres, a unos 4.300 metros (14.108 pies) de altitud, el área geotérmica a mayor altura en el mundo. El humo, el agua hirviendo y el olor a azufre que salía de la tierra, mientras que el sol estaba empezando a aparecer fue algo especial. Estábamos literalmente caminando sobre tierra volcánica activa. Nos gustaron mucho los colores amarillos de las pequeñas plantas arbustivas y las montañas negras de fondo en contraste con los vapores ascendentes hacia el cielo claro. Mientras nos congelábamos a temperaturas bajo cero Celsius, decidimos ser valientes y bañarnos en las cálidas aguas de una fuente termal. Fue una experiencia revitalizadora para nuestros cuerpos. En nuestra ruta de salida de este parque geotérmico llegamos a ver animales nativos como la vicuña y la gallareta gigante.
Géiseres El Tatio
En nuestro último día en San Pedro de Atacama, Sal hizo un viaje en bicicleta solo durante toda la mañana, mientras que Gisela se quedó descansando. Se despertó a las 6 am para empezar a montar a las 7 am y evitar el calor, Sal pedaleó durante cinco horas en el Valle de Catarpe. La primera hora de ruta, antes de que el sol calentara en el desierto, el clima era muy frío, pero el resto del tiempo fue muy agradable. Pasar por entre varias montañas, cañones y grietas como la Quebrada del Diablo hizo que la aventura valiera la pena y fuera emocionante. El paisaje surrealista y la brisa árida jugaron un magnífico telón de fondo mientras pedaleaba.
Montando bicicleta en al cuevas de Catarpe