Tesoros surrealistas de Bolivia, Uyuni y sus alrededores
Del 19 al 21 de septiembre de 2015, nos unimos a un tour de tres días y dos noches al Salar de Uyuni y la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa en Bolivia. Compartimos esta experiencia inolvidable con otros 4 viajeros y un guía: Sergi de España, Katerina de Grecia, Verónica y Lennon de Brasil, y Gabriel, nuestro conductor y guía, de Bolivia. No podríamos haber estado más contentos con el grupo. ¡Todos fueron muy amables, amigables, respetuosos, alegres y tenían una gran actitud hacia la vida y pasión por la aventura!
El Salar de Uyuni tiene una extensión de 10.582 kilómetros cuadrados (4.086 millas cuadradas) y es el desierto de sal más grande del mundo. Nos dijeron que el famoso astronauta, Armstrong, dijo que cuando el Salar de Uyuni se llena con agua se puede ver desde el espacio como un gran espejo en la Tierra. Él no sabía lo que era cuando lo vio y sintió tanta curiosidad por saber lo que es en realidad que viajó a Bolivia para visitar el Salar de Uyuni. En el primer día de nuestro viaje, visitamos el salar, la blancura y formas pentagonales increíbles de la sal plana mantuvieron nuestras mentes atrapadas por horas. Pensamos los pentágonos como formas recurrentes que hemos visto en otras formaciones naturales maravillosas de todo el mundo, como el interior de las esferas Moeraki en Nueva Zelanda y las rocas pináculo de Causeway en Irlanda. No podíamos dejar de preguntarnos cual es la ciencia detrás de estas formas creadas por la naturaleza y la presencia mágica de la geometría en todo el mundo. Aunque al final, no pudimos encontrar una respuesta a nuestra pregunta, nos divertimos un montón en el Salar de Uyuni. Nos tomamos fotos jugando con la perspectiva y el efecto visual de este escenario blanco sin fin.
También visitamos la Isla Incahuasi, una de las muchas islas en el medio del salar. Caminar en esta isla fue como estar sumergidos en el océano, las formaciones rocosas son la prueba sobreviviente del antiguo coral que hace cientos de años estuvo bajo el agua. Ahora la isla está cubierta por cactus gigantes que se levantan ante el fuerte sol. ¡Simplemente nos encantó estar allí!
Terminamos el primer día del paseo en un albergue de sal en San Juan, una ciudad un poco al sur del Salar de Uyuni. El albergue fue construido de sal, las paredes formadas con bloques de sal sólido y los pisos llenos de sal en polvo, que se sentían como arena. El olor en el interior era agradable y la curativo, una experiencia única que nunca olvidaremos.
En el segundo día de la visita, apreciamos muchas más maravillas naturales en el camino hacia la Reserva Nacional Eduardo Avaroa de Fauna Andina. Disfrutamos de paisajes espectaculares, lagos, formaciones rocosas y fauna, incluyendo las formaciones de roca volcánica en el mirador del volcán activo Ollague y las lagunas de Cañapa, Hedionda, Charcota y Onda que son hogar a tres especies diferentes de flamencos. También vimos vicuñas y un zorro en el camino. Hicimos una parada en el famoso árbol de roca, donde enormes rocas han sido moldeadas por la fuerza del viento y la lluvia a lo largo de los siglos. ¡De pie entre este grupo de esculturas de piedra natural, nos sentimos como miniaturas en medio de un jardín zen gigante!
Al final del día, llegamos a la Laguna Colorada, ¡el enrojecimiento de sus aguas causada por un alga es surrealista! Bellos flamencos también viven aquí. Nunca habíamos visto algo como esta laguna, ¡cómo es de magnífica nuestra madre tierra, cuan afortunados somos de tenerla! Terminamos nuestro segundo día en un albergue dentro de la reserva nacional, compartiendo otra gran noche de risas con nuestros compañeros de viaje.
El tercer día tuvimos un comienzo temprano, visitando los Géiseres Sol de Mañana y tomando un baño revitalizador en las aguas termales de Polques, una opción perfecta para calentarse durante una mañana helada a 4.800 metros (15.750 pies) de altura. Entonces nos llevaron por el fascinante desierto de Salvador Dalí, que era una reminiscencia de su arte surrealista.
Llegamos a Laguna Verde, el color turquesa en contraste con las arenas blancas que la rodean hizo que nuestros ojos creyeran que estábamos en el Caribe, pero el viento frío y fuerte rápidamente nos trajo de vuelta a la realidad. El color verde de esta laguna se debe a la mezcla de arsénico y cobre. Es una locura pensar que ese color agradable es tóxico y ninguna forma de vida puede sobrevivir en sus aguas.
Luego fuimos a la frontera boliviana con Chile para dejar y despedir a nuestros amigos de Lennon y Verónica, ya que se dirigían hacia el desierto de Atacama. Continuamos el viaje con Sergi, Katerina y Gabriel de regreso a la ciudad de Uyuni. En el camino, vimos otros paisajes bellísimos, incluyendo Lago Capina y el Valle de las Rocas, e hicimos una breve parada en la ciudad de San Cristóbal.
Todo este recorrido ha sido uno de los mejores en nuestro viaje alrededor del mundo. Nos quedamos gratamente sorprendidos por la cantidad de maravillas naturales únicas y surrealista que Bolivia tiene para ofrecer y el continuo entusiasmo que el viaje brinda a sus visitantes. Esperamos que nuestra experiencia y las imágenes les puedan dar un testimonio justo y cercano de esta zona mágica de nuestro planeta. Recomendamos a cualquiera que tenga la oportunidad de visitarla, que lo haga. ¡Si usted es un amante de la naturaleza, como nosotros, no se arrepentirá y tendrá recuerdos invaluables para el resto de su vida! 😉
