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¿Dónde vamos a dormir esta noche? (Año 1)

Cualquier persona que realmente nos conoce puede confirmar que los dos somos grandes planificadores. ¡Sal y Gisela nunca hacen nada sin tener un plan! Pero viajando por largo tiempo y con un presupuesto ajustado, nos dimos cuenta de que tener certeza sobre algunas cosas es demasiado costoso. De hecho, dormir en buses, trenes, aviones e incluso aeropuertos se ha convertido en la mejor manera de ahorrar en gastos de alojamiento. Con el fin de extender este sueño, hemos tenido que adaptarnos a la idea de que el no saber a dónde íbamos a dormir esta noche era la mejor oferta para nosotros. Las ansiedades iniciales se suavizaron rápidamente al aprender que no tener reservaciones de hotel es mucho más rentable que tenerlas. Sabemos, aunque parezca una locura, que ha sido una de las mejores lecciones y oportunidades de nuestro viaje. Y ahora, el no saber dónde pasaremos la noche no es una preocupación, sino una realidad y una oportunidad invaluable que hace que esta aventura sea una experiencia inolvidable.

Tenemos muchas historias sobre este tema diario. Sólo para mencionar algunas en nuestro primer año de viaje, deja que te contemos sobre la vez que caminamos hasta las tres de la mañana en Bangkok buscando nuestro hotel. Habíamos llegado tarde esa noche en un vuelo desde las Filipinas y teníamos reservaciones de hotel. Luego de que el taxista nos dejara señalándonos en la dirección equivocada, caminamos por más de 3 horas y decidimos seguir caminando aun después de que un conductor de tuk-tuk ofreciera llevarnos hasta nuestro alojamiento por un precio que no parecía justo. No fue hasta que llegamos al mismo punto donde el taxi nos había dejado que encontramos nuestro hostal justo en el sentido contrario al que el conductor había señalado. Esta experiencia nos enseñó dos cosas: 1) Que tener una cama reservada para la noche a veces no es realmente una solución segura, sino una limitación a posibilidades más viables a lo largo del camino, y 2) que ahorrar nuestros centavos es más importante que ahorrar las suelas de los zapatos 😉

Otra historia memorable sucedió en Laos. Acabábamos de llegar a Vientiane, la capital del país, después de pasar una de las peores noches en carretera en todo nuestro viaje, un viaje nocturno desde Luang Prabang en el autobús local más barato que encontramos. Fue un camino zigzagueante en medio de las montañas con un asiento dañado que no dejaba de moverse, que hacia la idea de dormir sentados imposible. Luego de este “placentero” viaje que concluyo antes de las 5 am, estábamos cansados, pero el presupuesto seguía siendo una prioridad. Aunque Gisela quería tomar un taxi y no caminar, Sal insistió en no hacerlo, pues Lonely Planet indicaba que la estación de autobús estaba a sólo 2 km del centro de la ciudad. Desayunamos algo, descansamos un poco y empezamos a caminar. El sol se hizo cada vez más fuerte, los 2 km se hicieron más y más largos, parecía que jamás llegaríamos al centro. 10 kilómetros más tarde y después de una inevitable discusión entre nosotros, confirmamos que nuestra “confiable” guía de viaje se había equivocado y seguimos adelante. Después de caminar tanto tiempo, bajo el sol, sin dormir bien, pagarle a alguien para que nos llevara a un albergue no tenía ningún sentido. Seguimos caminando hasta que encontramos un hostal en la ciudad que cuadraba con nuestro presupuesto. Esta experiencia nos ayudó a confirmar que: ¡A pesar de lo cansados que estemos, siempre estaremos de acuerdo en ahorrar lo que más se pueda! Los dos somos demasiado económicos y tercos para pagarle a un carro en medio del camino, si empezamos a caminar, vamos a hacerlo hasta el final 🙂

Hemos encontrado el mejor alojamiento cuando no los reservamos de antemano. Llegamos a la ciudad de Ubud, en Bali, Indonesia, y al bajarnos del bus fuimos guiados por un desconocido hasta el más hermoso alojamiento familiar, con un paisaje impresionante de los sembrados de arroz, desayuno, internet y baño privado por un poco menos de 15 dólares la noche por pareja.

Homestay in Ubud, Bali
Sleeping on the Great Wall, China

De manera similar, sin ninguna planificación, pasamos una de las noches más memorables de nuestro viaje, completamente GRATIS, durmiendo en una de las torres de la Gran Muralla de la China. ¡Muchas veces la mejor parte de la vida son las cosas que suceden sin ninguna preparación, los momentos que ocurren cuando uno permite que el proceso se haga cargo de sí mismo! ¡Viajar sin un plan puede ser a veces el mejor plan!

La siguiente es una lista aleatoria de algunos de los lugares en los que hemos dormido, no dude en preguntarnos más al respecto si tiene curiosidad, siempre hay una historia detrás de ellos:

  • $8US una noche en Kanchanaburi, hostal tailandés con vista al río, una de nuestras mejores opciones de alojamiento por este precio

  • Hotel económico en Penang con sonidos de las ratas caminando en el techo

  • Hostal en Darwin con un compañero de dormitorio irlandés que estaba casi siempre borracho

  • Una experiencia agradable en nuestro primer hostal en Auckland, Nueva Zelanda

  • Alquilamos y dormimos en un autocaravana alrededor de Nueva Zelanda

  • El mejor alojamiento familiar en Legaspi

  • Dormimos una noche con una familia nómada en su ger en el centro de Mongolia

  • ¡Couchsurfing en casi todos los países!

  • Tres personas durmiendo en una cama en Camboya

  • Dormimos sobre el piso de una cocina del barrio lujoso de Gangnam, Seúl

  • Pasamos una noche encantadora en un minshuku tradicional con un cuarto tatami en Japón

  • Una noche en un hotel cinco estrellas en Jaipur, India. ¡Cortesía de los padres de Sal, por supuesto!

  • Ser hospedados por una congregación de la Iglesia Católica en Japón

  • Dormir en los aeropuertos de Kuala Lumpur, Malasia y Cebu, Filipinas

Hotel en Penang
Nuestra autocaravana en Nueva Zelanda
Ger en Kharkhorin, Mongolia
Minshuku en Tsumago, Japón
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